Leo es un signo Fijo y el segundo del elemento de Fuego. Es un signo de interiorización de las energías divinas. Las semillas plantadas en el primer signo de Fuego -en Aries-, buscan interiorización en el terreno de Leo para poder enraizarse.
Características esotéricas del signo de Leo
En cierto modo, Leo está “embarazado” del Designio divino y se comportará con total fidelidad a este principio de trascendencia que llena su ser.
En esta fase del designio divino, Leo aún no es del todo consciente de ello; pero se comportará con la máxima fidelidad a él. Aunque sea confusamente, sabe que es preciso ser fiel a un ideal superior y que el acatamiento y la obediencia, son virtudes fundamentales en el proceso evolutivo.
Mundanamente, será el guardián de la moral y de la ley; de las tradiciones y de las costumbres; sin embargo, tendrá una sensibilidad a todo lo nuevo y pondrá todas sus fuerzas para institucionalizarlo. Cuando hay malos aspectos en Leo, ello nos indica que se alteran los principios de fidelidad que rigen al signo -en una palabra : siguen siendo fieles a un principio; pero un principio “tuerto”-. Leo, es como un actor que interpreta un papel que se ha escrito. Así, si
este papel es el de “malo”, lo estará haciendo fielmente toda su vida. Es muy difícil el hacerle cambiar, ya que este papel está escrito en su interior. Como bien dice el esoterismo clásico, sólo mediante una labor a nivel alquímico y con mucha paciencia, se podrá superar el problema de un Leo negativo.
Cuando en el signo de Leo hay muchos planetas, nos encontraremos a una persona atada a muchas fidelidades -con lo que será un problema, ya que no pueden servirse a dos señores a la vez : habrá de traicionarse a uno para poder satisfacer a otro-. Muchos planetas en el signo, nos indican – ya de por sí-, una vida bastante conflictiva: emociones contradictorias y la interpretación de varios papeles al mismo tiempo. A nivel kabalístico, Leo pertenece al mundo de las Emanaciones -ya que es un signo de Fuego-. Por ser el segundo elemento de Fuego, participa en el mundo de la Creación -que se corresponde con el cuerpo de deseos-.
La palabra de Leo es fidelidad: todos los Leo son fieles a un principio, a un ideal, a un amor, a un sentimiento. Cuando dan su fidelidad, no hay nadie que les haga cambiar, porque en su interior está esta moralidad tan fuerte y elevada que le infunden las fuerzas divinas.
Su moral es intachable e incorruptible. A veces, puede existir un Leo corrupto: entonces, las fuerzas se manifestarán totalmente al revés.